El destino elegido para esta ocasión fue el municipio de Alcóntar, situada a unos 140 kilómetros de la capital almeriense, en la Sierra de los Filabres y en el norte del Valle del Almanzora, río que nace dentro de este término municipal, lindando con la ciudad granadina de Baza.
Alcóntar es un municipio de unos 600 habitantes, distribuidos entre su núcleo principal y, básicamente, la pedanía de Hijate, que con unos 400 habitantes es la más grande del término municipal.
El día, esplédindo, se inició para los viajeros a las nueve de la mañana, hora en la que subieron al autobús en el Zapillo almeriense. Algo más de media hora de viaje y la primera parada, para el desayuno, en la población de Tahal, ya en plena sierra de los Filabres. De nuevo al autobús y, después de algo más de una hora de viaje, se llega al destino.
En esta ocasión no se puede al núcleo que dá nombre al municipio, sino a Hijate, donde, en la entrada de la población, el grupo era esperado por el Alcalde, don Antonio Ramón Salas, presidente, también, de la mancomunidad de municipios del Valle del Almanzora, que dio la bienvenida al grupo y sin más dilación los acompaño al secadero de jamones, Hijos de Catalina Rodriguez, un secadero de más de 3.000 m2 y con más de medio millón de jamones en su interior.
Allí, el alcalde propietario junto con su familia, de la explotación explicó a los melillenses todo el proceso de secado de los jamones y las distintas característica de éstos. Posteriormente se pasó a una salsa de degustaciones y ya, a realizar las compras de rigor del jamón y embutidos comercializados en esta empresa.
La primera autoridad municipal, dijo haber hecho el servicio militar en Melilla, a la que ha vuelto, en su calidad de presidente de la mancomunidad del Valle del Almanzora, después de veinte años, con motivo de la inauguración del Museo Casas Ibañez en Melilla. Instó, también, al grupo a volver al Valle cuando con motivo de los actos de hermanamiento con la ciudad de Melilla.
Lola Ruiz, presidenta de la Casa , entregó al primer edil municipal un ejemplar del libro Melilla Viva, entregando éste, para la Casa de Melilla, un jamón.
Finalizada esta visita. el grupo se subió de nuevo al autobús, para recorrer unos escasos diez kilómetros, por carretera de sierra, que separan este pedanía del núcleo principal del municipio, Alcóntar.
En Alcóntar los melillenses visitaron la bella Iglesia, y la casa rural del Molino, así como pasearon pos sus pequeñas calles, hablando con sus gentes y viendo el río Almanzora casi en su nacimiento.
Posteriormente, se recorrió la paisajística carretera hacia la pedanía de Hijate, dond en su restaurante Lloretma, les esperaba la buena comida organizada, típicamente serrana, que fue regada, como no, con vino del país.
Acabada la comida y, después de unos minutos de sobremesa, los embajadores melillenses en Almería, se subieron al autobús para recorrer en sentido inverso los kilómetros hechos por la mañana, llegándose a la Sede de la Casa en Almería, sobre las siete y media de la tarde, con una nueva actividad realizada satisfactoriamente.